El mercado inmobiliario vacacional ha experimentado un
notable ajuste de precios -de hasta el 60% en algunas zonas- en los últimos
años, lo que le convierte en un importante atractivo para inversores y
particulares. No hace falta escudriñar mucho el catálogo para encontrarse
rápidamente con auténticos chollos en segunda residencia. Todo un mar de gangas
inmobiliarias que apunta, cada día con mayor fuerza, hacia la estabilización.
De este modo, si el comprador se mueve en un presupuesto
límite de 50.000 euros le resultará relativamente fácil encontrar una vivienda
en la costa. Y si el presupuesto es más amplio, también existe oferta asequible
en áreas más cotizadas, como el municipio malagueño de Manilva, donde hay
'stock' con tarifas por metro cuadrado inferiores a la media. Algunas zonas del
litoral alcanzan precios inferiores a los 1.000 euros por metro cuadrado.
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